viernes, 9 de mayo de 2014

Opinión crítica de la obra.

 Es un drama rural, (el autor lo subtitula "Tragicomedia de aldea"), con una fuerte carga de elementos expresionistas y grotescos, que, además de presentar una evidente pintura pesimista de una sociedad degenerada, en sus estractos ínfimos tiene una ambigüedad que hace difícil su interpretación de fondo.

Valle- Inclán para describir esta pesimista sociedad, emplea un lenguaje complicado, con un vocabulario muy enriquecido.
Por consiguiente, elabora una vida de los personajes de esta tragicomedia, en la cual, a lo largo del relato, se les presentan diferentes desgracias, y son humillados unos por otros.

Podemos entender por siginifica de "Divinas palabras" a poner en descubierto, sin embellecimientos idílicos, una Galicia miserable, pecadora y milagrera.

Esta obra tiene rasgos que ya se han quedado en el pasado y también rasgos actuales:

Para empezar, la iglesia no tiene el poder que tenía antes, tampoco las autoridades inspiran el terror de antaño.
Por otro lado, el adulterio, aun que ahora no esté tampoco bien visto, la sociedad no actúa de la misma manera. Antes la mujer cometía un delito y cualquiera se creía con derecho a tratarla mal y a reírse de ella.
Por lo que se refiere al niño hidrocéfalo ahora sería impensable que unos padres o familiares lo exhibiesen en una feria para ganar dinero, tampoco a ningún adulto se le ocurre darle aguardiente a un niño.
Lo que no ha cambiado en nuestra sociedad es la creencia en las supersticiones, magias, adivinos,... y de ello da buena cuenta los anuncios de la televisión o del periódico, de gente que se dedica a hacer profecías. Al final de la obra se puede ver reflejado esto en las palabras pronunciadas por Pedro-Gailo. Los lugareños no entienden lo que dice, pero se quedan embobados por esas palabras. 
Por otro lado, la gente se sigue enamorando como antes, engañando, a veces, a sus parejas, como ocurre en la obra por parte de Mari-Gaila que engaña a su marido Pedro-Gailo con Lucero.

Algunas cosas que hoy en día han mejorado notablemente, en comparación a la época de la obra son, por ejemplo: la educación, la cultura y la forma de vivir.

En conclusión, nos ha parecido una obra complicada de leer, sino tienes preparación anterior, es decir, sino has leído lo suficiente, para enfrentarte a una obra de este nivel lingüístico.
Una vez comprendida la obra, nos ha parecido algo nuevo, pese a su antigüedad, también podemos decir que nos ha gustado bastante, como podemos reflejar en su originalidad, con esta nueva creación del esperpento.

jueves, 8 de mayo de 2014

Contextualización crítica de la obra.





  En esta  dirección de la red social Diigo, la cual aparece en la parte inferior con el titulo de Divinas palabras se pueden observar  una serie de páginas web que muestran diferentes críticas de la obra de Valle-Inclán, así como páginas en las que se presenta información del autor, de Divinas Palabras...

Divinas palabras

Contextualización geográfica.


   En esta obra,  los acontecimientos se desenvuelve en una  Galicia rural, cerca de la Ría de Arousa, donde se mencionan los topónimos Gondar, Bretal, Padrón, Valga , (...). Además de la Iglesia de San clemente, donde viven los Gailo, las acción transcurre  en los caminos y veredas, en el lugar de Condes y en el de Viana del prior , el cual es el nombre ficticio de A Poba do Caramiñal. Y la  única escena interior es en el inicio de la obra , en la casa de los Gailo.






















Divinas palabras.


Contextualización literaria.

Durante el primer tercio del siglo XX dos tendencias dominan la escena española, un teatro tradicional y de consumo y un teatro innovador con rasgos marginales y con una relativa influencia en el conjunto del panorama teatral.
-Teatro tradicional:
- Un teatro poético de tendencia modernista en el que hay que citar autores como Eduardo Marquina, Francisco Villaespesa, o los hermanos Machado.
- Un teatro cómico en el que Carlos Arniches, el creador del género chico es la figura indiscutible. Sus sainetes, La chica del gato, ¡Qué viene mi marido! etc. mezclan el cuadro de costumbres y el conflicto sentimental, dentro de una idealización populista y con un lenguaje casticista.
- El teatro de Benavente, un teatro realista y comedido frente al neorromántico de José Echegaray, que triunfaba en ese momento. Fue el teatro de la burguesía desde 1896 en que estrena Gente conocida, hasta su última obra, Titania, 1946. Se caracteriza por la falta de conflictos graves y por su suave crítica social. En su obra maestra, Los intereses creados se aparta del esquema habitual.
-Teatro innovador:
- Algunos autores de la generación del 98 hacen los primeros intentos por renovar el anquilosado teatro comercial. Entre ellos destaca Unamuno, que considera el teatro como método de conocimiento y que hace unos dramas en esqueleto, a los que llama drumas como El otro o El hermano Juan; Joaquín Grau, con El señor de Pigmalión, Azorín que hace un teatro antirrealista, carente de tensión; Ramón Gómez de la Serna, que en Los medios seres, utiliza técnicas claramente vanguardistas.
- Los dos grandes renovadores de esta época son Valle-Inclán y García Lorca. Valle-Inclán empezó a escribir teatro en 1905 y durante 20 años fue su principal ocupación. Para él, el teatro es un espectáculo total, usa técnicas cinematográficas y experimenta constantemente. Expresa su repulsa ante la sociedad contemporánea de dos maneras: o mediante la evasión artificiosa o con el sarcasmo más mordaz. Su teatro se puede clasificar como:
1º) modernista: El Marqués de Bradomín.
2º) ciclo mítico: Comedias bárbaras, las fuerzas del mal y la destrucción libres por el mundo. En Divinas Palabras, el despliegue del mal y la fuerza del lenguaje anuncia lo que será el ciclo siguiente:
3º) el esperpento caracterizado por la deformación y el efectismo. Un teatro relacionado con el expresionismo y con el movimiento dadá. Los más famosos esperpentos son, el primero Luces de Bohemia y los que componen Martes de Carnaval.
4º) Por último las farsas, en las que degradación de la realidad llega al máximo como en Farsa y Licencia de la Reina castiza. Aunque autores como Pedro Salinas, Rafael Alberti, Miguel Hernández, o Max Aub, intentan renovar el teatro según fórmulas vanguardistas hay que llegar a Lorca para encontrar un teatro renovador, de calidad y con éxito de público.
En el teatro de Lorca se da una profunda unidad entre teatro y poesía, por eso a cada ciclo poético le corresponde un ciclo teatral.

Según el Diccionario de la Real Academia (DRAE):
«esperpento (de origen incierto): Hecho grotesco o desatinado. Género literario creado por Ramón del Valle-Inclán, escritor español de la generación del 98, en el que se deforma la realidad, recargando sus rasgos grotescos, sometiendo a una elaboración muy personal el lenguaje coloquial y desgarrado. Persona o cosa notable por su fealdad, desaliño o mala traza.» 
El esperpento como técnica literaria se caracteriza por buscar una deformación sistemática de la realidad, intensificando sus rasgos grotescos y absurdos, y por una degradación de los valores literarios consagrados. En Luces de Bohemia, Valle-Inclán compara la estética del esperpento con el efecto deformador de la imagen que producen los espejos cóncavos del Callejón del Gato en Madrid.
La técnica del esperpento en literatura equivale al estilo de Goya en la pintura. Los esperpentos de Valle-Inclán son obras que presentan la realidad deformada o vista en un espejo cóncavo. La teoría del esperpento fue expuesta por Valle en Los Cuernos de Don Friolera y en Luces de Bohemia, así como en una entrevista en 1928 para el diario ABC. Valle describe tres formas de enfrentarse a los propios personajes:
a)  desde abajo, mirándolos como héroes sobrehumanos como en la tragedia griega;
b)  de frente, mirando a los personajes como a semejantes al modo de la novela del siglo XIX o de los obras dramáticas de Shakespeare;
c)  desde arriba, desde la perspectiva del titiritero que mira a sus muñecos, mirada que para Valle era la más española, era la mirada de Cervantes sobre Don Quijote, la de Quevedo sobre el Buscón y la de Goya en sus Disparates.

El esperpento no es tanto un nuevo género literario como de un nuevo criterio estético: la única forma de presentar una realidad es distorsionándola sistemáticamente para mostrar sus aspectos más grotescos y absurdos, obligando así al espectador a adoptar una nueva postura ante el mundo que le rodea. Es la distorsión de la imagen que produce un espejo cóncavo.
Los personajes de la serie esperpéntica son gentes marginadas, oscuras, deformes, que poseen, sin embargo, la lucidez del bufón. Lo grotesco parece funcionar de modo gratuito. Esperpento es el triunfo del absurdo y el fracaso del humanismo ingenuo. “Farsantes” llama Valle-Inclán a los trágicos. La deformación esperpéntica, al ser sistemática y matemática, deja de serlo. El autor es el demiurgo que juega con el caos y lo estructura.

El esperpento de Valle-Inclán entronca con las corrientes estéticas de Europa, tales como el expresionismo en la pintura, las parodias grotescas de los futuristas italianos, el movimiento Dadá surgido durante la Primera Guerra Mundial y caracterizado por la expresión de una protesta nihilista contra la totalidad de los aspectos de la cultura occidental, o el surrealismo.

El esperpento está en el centro entre dos extremos: la tragedia y el disparate.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Biografia de Ramón María del Valle - Inclán.



     Escritor y dramaturgo español, Ramón Valle y Peña o más conocido como Ramón María del Valle-Inclán fue uno de los grandes autores de principios de siglo XX en España, ejemplo de modernismo literario y miembro de la llamada Generación del 98.

Nacido en un pequeño pueblo gallego en el seno de una familia acomodada venida a menos,Valle-Inclán estudió en Santiago de Compostela la carrera de derecho, aunque sin demasiado interés, mostrando una mayor predisposición por la vida bohemia y las tertulias literarias.


A finales de 1889 publicó sus primeros cuentos, tanto dentro como fuera de Galicia, y es entonces cuando decide dedicarse a la literatura. Tras la muerte de su padre en 1890 abandonó los estudios y se trasladó a Madrid, donde comenzó a hacerse conocido en tertulias y cafés. Allí gana dinero con colaboraciones periodísticas y colocando algunos cuentos, pero en 1892 decide viajar a México donde seguiría ligado al mundo del periodismo, como articulista y también como traductor.

Durante esta época, Valle-Inclán escribiría varios relatos, poco antes de viajar a Cuba y volver a España, de nuevo en tierras gallegas. Es en Pontevedra donde muestra su renovado ingenio y se ve influido por el decadentismo. En 1894 publicaría Femeninas, su primera antología.

Instalado en Madrid en 1896, Valle-Inclán tuvo una disputa con Manuel Bueno que desembocó en una herida que le gangrenó el brazo provocando su amputación. Su figura de manco, vestido con un poncho mexicano y con abundante barba y pelo largo, se convertiría en seña inconfundible de identidad , ademas que para el significo un orgullo ya que este sentía que se parecía a su ídolo que era nada menos que el escritor del Quijote , Cervantes.

 Poco después comienza su carrera como dramaturgo, estrenando obras como Cenizas y empieza a formar parte del movimiento de fin de siglo junto a autores como Unamuno. Llegado ya el siglo XX, Valle-Inclán publicó sus famosas Sonatas, protagonizadas por el Marqués de Bradomín y realiza su adaptación teatral.

Quizá su etapa más creativa vendría a partir de 1910, con obras como Veces de Gesta o La marquesa Rosalinda, aunque recibe malas críticas y algunas de sus obras son rechazadas. Es entonces cuando la obra de Valle-Inclán se vuelve más personal y decide dedicarse a la novela. Hay que destacar, sin duda, Tirano Banderas (1926) y, sobre todo la pieza Luces de bohemia (1920) en la que el esperpento se mezcla con la realidad del Madrid de los cafés y la cínica tradición española. 

Ramón del Valle-Inclán murió en Santiago de Compostela el 5 de enero de 1936.

Contextualización histórica.

Se inicia en el año 1875 tras la caída de la I Republica española (1873-1874) con el ascenso al trono de España del hijo de Isabel II, Alfonso XII. Durante su mandato se redacta la constitución de 1876, se zanjan las guerras Carlinas y se tolera el turno pacífico del gobierno entre el partido Conservador y liberal gracias al falseamiento electoral, a la compra de votos  y a las “tupinadas”, lacra que arrastró la política española hasta el año 1923 cuando Primo de Rivera se erigió como dictador. También bajo el mandato de este monarca se finalizó la I Guerra Cubana (1868-1878) que se saldó con victoria peninsular. Finalmente el reinado de Alfonso XII tocó a su fin en el año 1885 cuando murió debido  a una tuberculosis. Puesto que no tuvo descendencia en vida (murió estando su mujer embarazada del futuro Alfonso XIII) fue su esposa María Cristina de Habsburgo- Lorena la encargada de ocupar la jefatura de estado en España en calidad de reina regente hasta que su hijo Alfonso llegara a la mayoría de edad. En los años de la regencia de María Cristina empezó la II Guerra Cubana (1895- 1898) que acabó con Cuba como vencedora gracias en buena parte a la ayuda Norte Americana. Esta desecha militar comportó que España perdiera sus tres últimas colonias de ultramar; Cuba, Puerto Rico y Filipinas, hecho que tuvo un fuerte impacto psicológico en la población española.
-Crisis de la Restauración: Este segundo período de la Restauración Borbónica Comienza en el año 1898 con la famosa perdida de las tres últimas colonias de ultramar, que tuvo como ya hemos apuntado antes, un fuerte impacto psicológico para todos los españoles, y comportó también una crisis política aunque no muy grave. El segundo hecho destacado de esta época fue la investidura como rey de Alfonso XIII en el año 1902 a la edad de 16 años. Tras esto y después de algunos conflictos como la Semana trágica de Barcelona en 1909 estalló la crisis de 1917. Esta crisis comenzó a raíz de la escasez de productos básicos en España ya que los empresarios los vendían a un precio muy elevado a los países beligerantes en la I Guerra Mundial puesto que la industria de esos territorios estaba totalmente destinada a la guerra, cosa que comportó un aumento muy elevado de precios en territorio español. Es por eso que la población hizo escuchar su voz en numerosas manifestaciones. A este malestar de las clases populares hay que sumarle el descontento de los militares con el estado del ejército que provocó también sus protestas durante la crisis de 1917. Cabe destacar que a nivel político aun seguía el turno entre liberales y conservadores, algo que no hacía más que calentar los ánimos entre la población. Dentro de este contexto de crisis y malestar sucedió el último hecho importante de la Restauración Borbónica, la dictadura de Miguel Primo de Rivera, que se inició en 1923 cuando Alfonso XIII aceptó a Primo de Rivera como jefe de estado y finalizó en 1930 con la dimisión del dictador. Finalmente la Restauración finalizó el 14 de Abril de 1931 con el establecimiento de la II Republica Española.


Valle-Inclán en su obra nos enseña la forma de vivir y el pensamiento que tenían las personas de la España de la restauración. En ella se nos describe la vida rural de una Galicia muy supersticiosa y atrasada respecto a otras zonas de España. Esta época es una época de cambio en las ideas de la sociedad, tanto en la religión como en la política. Fue una etapa de decadencia para la iglesia ya que muchos cristianos dejaron de creer o creían pero decían que Dios no les hacía caso, este segundo caso se da en uno de los personajes principales, Lucero, ya que él dice creer en Dios, pero también dice que Dios nos da la espalda y afirma ser compadre del diablo (con un tono irónico).

Contextualización de la obra.

 Divinas palabras, subtitulada Tragicomedia de aldea es una de las obras teatrales más conocidas de Ramón María del Valle-Inclán publicada en 1919. Supone la culminación del ciclo mítico, con una estética muy cercana a los esperpentos. La obra remite a situaciones de crueldad pero tratadas en tono de tragicomedia. Lo trágico y lo grotesco se aúnan en cuadros que remiten al Goya de los "disparates" y los "caprichos", en una auténtica sinfonía de colores interpretada por una galería de personajes sórdidos y miserables. Está habitada con imágenes ancestrales de muerte, de avaricia y lujuria... pero formalmente se sitúa en una vanguardia expresionista. Se trata de la obra más universal del autor gallego, ya que es, con diferencia, la que más veces se ha llevado a escena fuera de España. Un total de 35 montajes en 18 países de Europa, América y Asia, 13 de ellos de habla no hispana.

"Divinas palabras" supone el punto de inflexión de Valle entre su teatro mágico,
rural y galaico -que por su tinte de crueldad anticipa los postulados de Artaud- y el
esperpento, más urbano y con ribetes más políticos -preludio del teatro de Bertold
Brecht-. "Divinas palabras" es la única obra de Valle que contiene ambos, y ahí
radica su atractivo y riqueza.

Estamos ante una galería de personajes sórdidos y miserables. El propio autor
hace hincapie en "la acción colectiva de la masa coral"; el mundo coral -pueblo,
mendigos- es el verdadero protagonista.


El eje del conflicto gira en torno a un enano monstruoso y su madre, que lo pasea
de feria en feria para pedir limosna. El horror lo motiva la explotación que sufre el
niño por su propia madre y la que hacen todos los familiares cuando ésta muere.

Esta obra ha sido representada de diferentes maneras: versiones teatrales

-Versiones teatrales:

La obra fue estrenada el 16 de noviembre de 1933 en el Teatro Español de Madrid, dirigida por Cipriano Rivas Cherif y con Margarita Xirgú, Enrique Borrás y Amalia Sánchez Ariño en los principales papeles.

En 1950 fue llevada a escena por Ingmar Bergman en Estocolmo.

En 1961, José Tamayo la dirige con Nati Mistral, Manuel Dicenta, Milagros Leal, y Carlos Ballesteros en los papeles principales. José Tamayo la volvería a llevar a escena en 1969 con Mary Carrillo y Manuel Galiana entre otros y en 1998 con Kiti Manver, Pedro Mari Sánchez y Alicia Hermida en los papeles más destacados.

En 1963 fue dirigida por el mexicano Juan Ibáñez que la estrenaría en México, teatro El Caballito; posteriormente en 1964 en el Festival de Teatro de Nancy (Francia).

En 1964 se presentó en Buenos Aires, dirigida por Jorge Lavelli y con María Casares en el papel de Mari Gaila.

En 1976 el argentino Víctor García la dirigió con Nuria Espert en el papel protagonista

José Carlos Plaza la ha dirigido en dos ocasiones: en 1976 para el grupo vasco Orain y en versión operística en 1997 con música de Antón García Abril, estrenada en el Teatro Real de Madrid.

En 1986, Jose Tamayo la vuelve a dirigir con un reparto que incluye a Nati Mistral, Manuel Gallardo, Maria Guerrero, Elisenda Rivas, Joaquin Molina, Juanjo Menendez.

En 1998 Atalaya Teatro, con la dirección de Ricardo Iniesta, realiza un montaje que se mantendrá en gira hasta 2011 cerrando la misma en Pekin.

En 2006 Gerardo Vera la dirige para el Centro Dramático Nacional con Julieta Serrano y Alicia Hermida en los papeles principales.

-Versiones operísticas:

    ·Divinas palabras (1992, estreno: Madrid: Teatro Real, 18 de octubre de 1997). Libreto: Francisco Nieva. Música: Antón García Abril.

-Versiones cinematrogáficas:

    ·Divinas palabras (México, 1978).  Adaptación: Juan Ibáñez. Director: Juan Ibáñez.
   ·Divinas palabras (España, 1987). Adaptación: José Luis García Sánchez y Enrique Llovet. Director: José Luis García Sánchez.

Representación en Atalaya teatro:



Representación cinematográfica de 1987 (fragmento):

Obra de Valle-Inclán.

Divinas palabras, subtitulada Tragicomedia de aldea es una de las obras teatrales más conocidas de Ramón María del Valle-Inclán publicada en 1920 en Madrid. Supone la culminación del ciclo mítico, con una estética muy cercana a los esperpentos. La obra remite a situaciones de crueldad pero tratadas en tono de tragicomedia. Lo trágico y lo grotesco se aúnan en cuadros que remiten al Goya de los "disparates" y los "caprichos", en una auténtica sinfonía de colores interpretada por una galería de personajes sórdidos y miserables. Está habitada con imágenes ancestrales de muerte, de avaricia y lujuria... pero formalmente se sitúa en una vanguardia expresionista. Se trata de la obra más universal del autor gallego, ya que es, con diferencia, la que más veces se ha llevado a escena fuera de España. Un total de 35 montajes en 18 países de Europa, América y Asia, 13 de ellos de habla no hispana.

 Valle-Inclán escribiría varios relatos, poco antes de viajar a Cuba y volver a España, de nuevo en tierras gallegas. Es en Pontevedra donde muestra su renovado ingenio y se ve influido por el decadentismo. En 1894 publicaría “Femeninas”, su primera antología.
Poco después comienza su carrera como dramaturgo, estrenando obras como "Cenizas" y empieza a formar parte del movimiento de fin de siglo junto a autores como Unamuno. Llegado ya el siglo XX, Valle-Inclán publicó sus famosas Sonatas, protagonizadas por el Marqués de Bradomín y realiza su adaptación teatral.
Quizá su etapa más creativa vendría a partir de 1910, con obras como “Veces de Gesta” o “La marquesa Rosalinda”, aunque recibe malas críticas y algunas de sus obras son rechazadas. Es entonces cuando la obra de Valle-Inclán se vuelve más personal y decide dedicarse a la novela. Hay que destacar, sin duda, “Tirano Banderas” (1926), donde es patente la huella de su todavía reciente viaje al México revolucionario. Y, sobre todo la pieza “Luces de bohemia” (1920) en la que el esperpento se mezcla con la realidad del Madrid de los cafés y la cínica tradición española. 
En 1927 inicia la publicación de un ambicioso proyecto narrativo, “El ruedo ibérico”, que, de forma semejante a los “Episodios nacionales” de Benito Pérez Galdós, pretende narrar la historia de España desde el reinado de su detestada Isabel II hasta la época contemporánea al autor hasta el la pérdida colonial con la guerra de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Únicamente llegó a escribir tres novelas de este proyecto: “La corte de los milagros” (1927), “Viva mi dueño” (1928) y “Baza de espadas” (1932).

La obra poética de Valle-Inclán está reunida en la trilogía “Claves líricas” (1930), formada por “Aromas de leyenda. Versos en loor a un santo ermitaño”, “El pasajero” y “La pipa de kif”.
“Aromas de leyenda. Versos en loor a un santo ermitaño” (1907), recibe la influencia del Modernismo. Consta de catorce poemas de métrica variada. En ellos recrea diversos aspectos de su Galicia natal: descripciones del paisaje, trabajos cotidianos, milagrería, superstición, etc. Inscrito también en la estética modernista.
“El pasajero” (1920) desarrolla en treinta y tres composiciones temas trascendentes: la muerte, el dolor, la vida, la pasión, la eternidad, etc.
Con “La pipa de kif” (1919), Valle-Inclán da paso en sus poemas a lo grotesco, a lo esperpéntico. Esta obra se ha definido como una colección de estampas trágico-humorísticas.



Representación teatral de "Luces de bohemia"



Poema "Karma"