miércoles, 7 de mayo de 2014

Contextualización de la obra.

 Divinas palabras, subtitulada Tragicomedia de aldea es una de las obras teatrales más conocidas de Ramón María del Valle-Inclán publicada en 1919. Supone la culminación del ciclo mítico, con una estética muy cercana a los esperpentos. La obra remite a situaciones de crueldad pero tratadas en tono de tragicomedia. Lo trágico y lo grotesco se aúnan en cuadros que remiten al Goya de los "disparates" y los "caprichos", en una auténtica sinfonía de colores interpretada por una galería de personajes sórdidos y miserables. Está habitada con imágenes ancestrales de muerte, de avaricia y lujuria... pero formalmente se sitúa en una vanguardia expresionista. Se trata de la obra más universal del autor gallego, ya que es, con diferencia, la que más veces se ha llevado a escena fuera de España. Un total de 35 montajes en 18 países de Europa, América y Asia, 13 de ellos de habla no hispana.

"Divinas palabras" supone el punto de inflexión de Valle entre su teatro mágico,
rural y galaico -que por su tinte de crueldad anticipa los postulados de Artaud- y el
esperpento, más urbano y con ribetes más políticos -preludio del teatro de Bertold
Brecht-. "Divinas palabras" es la única obra de Valle que contiene ambos, y ahí
radica su atractivo y riqueza.

Estamos ante una galería de personajes sórdidos y miserables. El propio autor
hace hincapie en "la acción colectiva de la masa coral"; el mundo coral -pueblo,
mendigos- es el verdadero protagonista.


El eje del conflicto gira en torno a un enano monstruoso y su madre, que lo pasea
de feria en feria para pedir limosna. El horror lo motiva la explotación que sufre el
niño por su propia madre y la que hacen todos los familiares cuando ésta muere.

Esta obra ha sido representada de diferentes maneras: versiones teatrales

-Versiones teatrales:

La obra fue estrenada el 16 de noviembre de 1933 en el Teatro Español de Madrid, dirigida por Cipriano Rivas Cherif y con Margarita Xirgú, Enrique Borrás y Amalia Sánchez Ariño en los principales papeles.

En 1950 fue llevada a escena por Ingmar Bergman en Estocolmo.

En 1961, José Tamayo la dirige con Nati Mistral, Manuel Dicenta, Milagros Leal, y Carlos Ballesteros en los papeles principales. José Tamayo la volvería a llevar a escena en 1969 con Mary Carrillo y Manuel Galiana entre otros y en 1998 con Kiti Manver, Pedro Mari Sánchez y Alicia Hermida en los papeles más destacados.

En 1963 fue dirigida por el mexicano Juan Ibáñez que la estrenaría en México, teatro El Caballito; posteriormente en 1964 en el Festival de Teatro de Nancy (Francia).

En 1964 se presentó en Buenos Aires, dirigida por Jorge Lavelli y con María Casares en el papel de Mari Gaila.

En 1976 el argentino Víctor García la dirigió con Nuria Espert en el papel protagonista

José Carlos Plaza la ha dirigido en dos ocasiones: en 1976 para el grupo vasco Orain y en versión operística en 1997 con música de Antón García Abril, estrenada en el Teatro Real de Madrid.

En 1986, Jose Tamayo la vuelve a dirigir con un reparto que incluye a Nati Mistral, Manuel Gallardo, Maria Guerrero, Elisenda Rivas, Joaquin Molina, Juanjo Menendez.

En 1998 Atalaya Teatro, con la dirección de Ricardo Iniesta, realiza un montaje que se mantendrá en gira hasta 2011 cerrando la misma en Pekin.

En 2006 Gerardo Vera la dirige para el Centro Dramático Nacional con Julieta Serrano y Alicia Hermida en los papeles principales.

-Versiones operísticas:

    ·Divinas palabras (1992, estreno: Madrid: Teatro Real, 18 de octubre de 1997). Libreto: Francisco Nieva. Música: Antón García Abril.

-Versiones cinematrogáficas:

    ·Divinas palabras (México, 1978).  Adaptación: Juan Ibáñez. Director: Juan Ibáñez.
   ·Divinas palabras (España, 1987). Adaptación: José Luis García Sánchez y Enrique Llovet. Director: José Luis García Sánchez.

Representación en Atalaya teatro:



Representación cinematográfica de 1987 (fragmento):

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